Cuando haz quebrado tu alma
la almohada te quiere asfixiar
entre la espina dorsal completitas van las lágrimas
suicidandose sobre tu cuerpo, rozando pequeñas heridas
penetranto hasta retornar, salir y volver otra vez
amargo es el sabor de tus manos sobre los párpados
te sabe a mañana, salado, húmedo ... Entra el sol y te vas.
